Revisión del texto, notas y comentario: Tomás Álvarez, O.C.D.
MORADAS
CUARTAS
Capítulo
2
Prosigue en lo mismo y declara por una comparación
qué es gustos y cómo se han de alcanzar no procurándolos.
1. ¡Válgame Dios en lo que me he metido! Ya tenía
olvidado lo que trataba, porque los negocios y salud me hace dejarlo al mejor
tiempo; y como tengo poca memoria, irá todo desconcertado por no poder tornarlo
a leer (1)[1].
Y aun quizás se es todo desconcierto cuanto digo; al menos es lo que siento.
Paréceme queda dicho (2)[2]
de los consuelos espirituales. Cómo algunas como veces van envueltos con
nuestras pasiones, traen consigo unos alborotos de sollozos, y aun a personas
he oído que se les aprieta el pecho y aun vienen a movimientos exteriores, que
no se pueden ir a la mano, y es la fuerza de manera que les hace salir sangre
de narices y cosas así penosas. De esto no sé decir nada, porque no he pasado
por ello, mas debe quedar consuelo; porque –como digo– (3)[3]
todo va a parar en desear contentar a Dios y gozar de Su Majestad.